**Móvil apunta a venganza, pues desde el inicio de su gestión, Clara Brugada ha accionado con medidas que han resultado en la detención de diversas células criminales en la Ciudad de México**

**Un crimen con ecos pasados, reacciones políticas y presión internacional**
Crónica de Michelle López
1.- Amanecer sangriento en Tlalpan: el crimen que estremeció a la capital
La mañana del martes 20 de mayo se tiñó de rojo en una de las avenidas más transitadas de la Ciudad de México. A las 7:00 horas, frente a la estación Xola del Metro, en la colonia Moderna, un ataque directo con arma de fuego segó la vida de Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, dos funcionarios cercanos a la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Ambos se dirigían a sus labores cuando un hombre, que había esperado el momento exacto, abrió fuego contra ellos. Las cámaras captaron la precisión del ataque: el agresor disparó en cuanto se encontraron, y huyó en una motocicleta, acompañado de otros tres individuos que cambiaron de vehículo en dos ocasiones hasta salir de la ciudad.
La Fiscalía capitalina, encabezada por Bertha Alcalde Luján, informó que se recuperaron casquillos de bala calibre 9 mm, una motocicleta y un automóvil con reportes de robo, así como prendas que están siendo analizadas genéticamente. A pesar de la sofisticación operativa del crimen, el uso de guantes evitó huellas; las autoridades ya han identificado a cuatro sospechosos por medio del seguimiento de cámaras.

2.- Trayectorias: ¿quiénes eran Ximena y José?
El ataque no fue al azar. Ximena Guzmán, socióloga con formación en la Universidad Autonomía Metropolitana, fue durante casi dos décadas la mano derecha de Brugada. Su labor en Iztapalapa, primero como coordinadora educativa y luego como secretaria particular, la convirtió en figura clave en la estrategia social de la capital. Desde el 2024, ejercía el mismo cargo en el Gobierno central.
José Muñoz, por su parte, era asesor político de larga trayectoria en el Legislativo y en la administración pública, tanto federal como local. Conocía a Brugada desde hace más de una década, y su rol como coordinador de asesores en Iztapalapa y luego en el Gobierno de la Ciudad, lo volvía un operador estratégico de primer nivel.
Ambos eran parte del círculo más cercano de la mandataria y, según testimonios como el de la diputada Martha Ávila, representaban los “brazos izquierdos” de Brugada.
3.- Reacciones y tensiones: Brugada, Sheinbaum y la sombra de EU
La conmoción política no se hizo esperar. En medio de la cobertura fúnebre, Clara Brugada fue enfática: “La Ciudad de México va a resolver este caso y continuará con su estrategia sólida de seguridad”. La mandataria rechazó de forma tajante el ofrecimiento del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien declaró que la violencia política en México es “real”, y ofreció ayuda para combatirla.
Marco Rubio, alineado con sectores conservadores en Estados Unidos, aseguró que viajará a México en las próximas semanas, y puso el acento en “perseguir a los Cárteles” que, dice, controlan regiones enteras. Esta narrativa reactivó viejos discursos de intervención, aunque desde una supuesta cooperación bilateral.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, por su parte, pidió mesura: “No se puede hacer ninguna especulación hasta que no haya todas las investigaciones”, advirtió durante su conferencia matutina, en alusión directa al funcionario estadounidense.

4.- Un eco de 2020: los crímenes que se repiten
Este ataque remite a otro episodio oscuro: en junio del 2020, el entonces jefe de la Policía Capitalina, Omar García Harfuch, sobrevivió a un atentado orquestado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Aquel episodio dejó claro que, incluso los funcionarios de más alto rango, no están exentos de los embates del crimen organizado. El patrón se repite: inteligencia, seguimiento, armamento, y fuga perfectamente ejecutada. Esta vez, el objetivo fueron dos operadores políticos clave.
5.- Ciudad de México vs crimen organizado: los golpes que también cuentan
A pesar del dolor, es importante poner en contexto los avances logrados. La Ciudad de México ha dado golpes relevantes al crimen organizado en los últimos meses.
El caso más destacado ocurrió el 15 de mayo, cuando fue detenido Israel “N”, presunto líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en la Ciudad de México. Junto a tres cómplices, fue capturado en un operativo considerado como uno de los más relevantes en la lucha contra el crimen organizado en la capital.
Días antes, el 8 de mayo, la llamada “Operación Fortaleza” permitió el cateo simultáneo de 82 inmuebles en la CDMX y el Estado de México. El resultado fue el decomiso de 2 mil 800 toneladas de autopartes sustraídas, y la recuperación de 24 vehículos con reporte de robo, golpeando severamente las redes de hurto y comercialización ilegal de autopartes.
Por otra parte, algunos otros casos importantes fueron: Sherlyn “N”, cuñada de “El Lunares”, fue arrestada el 5 de mayo por su presunta participación en delitos relacionados con La Unión Tepito… Christhian Abdiel “N”, alias “El Cabezón”, detenido el 25 de abril, era considerado generador de violencia en la Gustavo A. Madero, y acusado de narcomenudeo y asociación delictuosa.
Cristopher “N”, alias “El Armadillo”, presunto miembro de La Unión Tepito, detenido el 22 de abril, fue vinculado a homicidios y extorsión; tres integrantes más de agrupación fueron capturados el 26 de marzo en la colonia Morelos, portando drogas y un arma de fuego.
También, Diego Oziel “N”, presunto integrante clave del Cártel de Tláhuac, fue detenido el 3 de mayo por su presunta participación en un homicidio cometido en el año 2024; Néstor Omar Anguiano, líder de una célula ligada a Los Balta, fue arrestado en Iztacalco con más de 300 dosis de diversas drogas, en una operación conjunta de la SSC y la FGJ.
Estos logros contrastan con el doble homicidio de Ximena y José, y hacen más evidente que no se trata de una capital pasiva, sino de un escenario donde se disputan poder y territorio entre instituciones y grupos criminales.
6.- La lectura política: ¿mensaje o desestabilización?
Las declaraciones de Martha Ávila, presidenta del Congreso capitalino, fueron las más frontales: “Este ataque busca desestabilizar el gobierno de Clara Brugada”. Aunque Sheinbaum y Brugada han evitado politizar el crimen, el contexto electoral y el peso simbólico de las víctimas (dos funcionarios clave), hacen inevitable una lectura política.
La muerte de Guzmán y Muñoz ocurre mientras Morena intenta consolidar la narrativa de eficacia en Seguridad pública y combate a la impunidad. El crimen tiene el sello del mensaje: fue público, preciso y contra dos piezas fundamentales de un engranaje político que ha dado resultados tangibles.