-El grupo azucarero impulsa transición hacia sistemas eficientes, para enfrentar sequías y aumentar la productividad de la vara dulce**
Juan Rubio / Chietla, Pue.
En el corazón de la región cañera que abastece al Ingenio de Atencingo, el agua ha sido históricamente tratada como un recurso inagotable. Sin embargo, los últimos años —marcados por períodos de escasez e incertidumbre climática— han obligado a los productores y técnicos a replantear sus métodos.
En entrevista con Juan Díaz Ruíz, Ingeniero del Departamento de Irrigación del grupo azucarero, se reveló un panorama que mezcla tradición, necesidad de adaptación y una decidida apuesta por el futuro del campo: el riego por goteo.
Predominio del “riego rodado” y sus limitaciones
Actualmente, el único método de irrigación que predomina en la región es el tradicional “riego rodado”, también conocido como “riego por gravedad”. Esta técnica sigue vigente por la falta de infraestructura hidráulica moderna, y por la histórica abundancia del agua, lo que ha mantenido a los productores lejos de la urgencia de cambiar.
“El riego rodado es lo único que se utiliza, y aunque ha funcionado por años, ya no es viable para garantizar la sostenibilidad del agua ni la productividad de los cultivos”, explicó Díaz Ruíz. Una hectárea de caña con este sistema, puede consumir hasta 13 mil metros cúbicos de agua al año, cifra que podría reducirse significativamente con otras tecnologías.
Lluvias favorables, pero con advertencia
La reciente zafra 2024-2025 y en lo que va de la 2025-2026, han sido beneficiadas de buenas precipitaciones, lo que permitió un alivio temporal. No obstante, para el ingeniero Juan Díaz, este respiro no debe hacer olvidar la fragilidad del sistema agrícola: “No podemos confiarnos. Vienen años difíciles, y por eso estamos trabajando desde ya en alternativas”.
Ante este panorama, el Ingenio de Atencingo abrió un “Departamento de Irrigación”, cuya función principal es mapear el estado de la infraestructura hidráulica ejidal y proponer mejoras. De acuerdo con el diagnóstico técnico realizado, existen alrededor de 270 pozos profundos en la zona cañera, todos con potencial para modernizarse con sistemas presurizados, como el riego por goteo.
Proyecto de transformación: del rodado al goteo
Una de las estrategias más importantes que impulsa el ingenio, es el Plan de Eficientización 25-30, centrado en reducir el desperdicio de agua y mejorar su aplicación en campo.
Este plan incluye:
-Modernización de pozos profundos y equipos de bombeo.
-Renovación de canales de conducción con materiales que eviten fugas.
-Transición a riego tecnificado, especialmente por goteo.
A esto, se suma el aprovechamiento de la disponibilidad de agua subterránea documentada por la CONAGUA: 26 millones de metros cúbicos aún pueden explotarse responsablemente, lo cual se traduce en un llamado a los ejidos a habilitar nuevos pozos de auxilio, para complementar la merma en los caudales del río Nexapa.
Avances concretos y beneficios demostrables
Hasta hace apenas un par de años, solo existían 260 hectáreas de caña bajo el sistema de “riego por goteo”. Hoy, esa cifra ha crecido a 570 hectáreas, con más de 70 productores que han apostado por esta tecnología. Los resultados son contundentes:
-Reducción drástica en el uso de agua, al bajar a solo 3 mil metros cúbicos por hectárea al año.
-Mayor eficiencia en la aplicación de nutrientes, con dosificación precisa.
-Mejor desarrollo de la planta, al mantenerse la humedad constante.
-Rendimientos más altos y sostenidos a lo largo del ciclo de vida de la caña.
“El suelo siempre tiene humedad disponible, lo que permite que la nutrición de la planta esté presente todo el tiempo. Eso se traduce en más toneladas cosechadas”, afirmó el especialista.
Créditos, asesoría y acompañamiento técnico
El Ingenio de Atencingo no solo promueve estos sistemas desde el discurso. El departamento técnico, en coordinación con el área de campo, ofrece asesoría personalizada y un plan de créditos a cinco años, que permite a los productores adquirir: Sistemas de riego por goteo o multi compuertas; Equipos de bombeo; y Redes de conducción.
Infraestructura de captación de agua para riego por turno.
Cada proyecto se analiza caso por caso. Se realiza una visita técnica, se diseña una propuesta agronómica, y finalmente se genera una corrida financiera, para garantizar su viabilidad. “No se trata solo de instalar tubos. Es toda una estrategia para que el productor gane más y conserve los recursos”, subrayó el ingeniero.
El mensaje: “invertir hoy, para cosechar mañana”
En la recta final de la entrevista, Juan Díaz Ruíz fue enfático: el momento de actuar es ahora. Aunque las lluvias recientes han traído un respiro, no se puede olvidar lo difícil que fueron los años anteriores. “Hoy más que nunca el campo necesita inversión. Si no lo cuidamos ahora, en 10 o 15 años ese campo puede volverse improductivo”.
Su mensaje a los productores es claro: invertir en infraestructura hidráulica no es un gasto, es una garantía para el futuro. El Ingenio de Atencingo está dispuesto a caminar junto con los cañeros; les ofrece herramientas, abrir puertas a financiamientos y compartir el conocimiento técnico necesario, para transformar el panorama agrícola de la región.
El riego eficiente dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad. En la región cañera de Atencingo, cada gota cuenta, y los agricultores que apuesten hoy por sistemas modernos, estarán sembrando además de la vara dulce, un futuro más rentable y sostenible.
