

En la últimas semanas, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha vivido situaciones que la exponen a un golpeteo por parte de la oposición, pero que muestra, también, que en sus filas hay militantes que no han asumido el compromiso que marcó una nueva etapa de la vida política, social y económica del país, bajo el nombre de Cuarta Transformación (4T).
Las vacaciones de tres miembros relevantes de Morena en Europa y Japón constituyeron un escándalo para la oposición. Se trató del líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, quien viajó a Europa acompañado de su esposa; el secretario de Educación Mario Delgado, quien vacacionó en Portugal; y Andrés López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador y secretario de Organización de Morena, quien fue a Japón.
A estos se unieron las ostentaciones de riqueza del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna y de su esposa Diana Karina Barreras, diputada federal del Partido del Trabajo (PT), quien presume el lujo de sus pertenencias.
Pero el escándalo mayúsculo es el caso de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco durante el gobierno de Adán Augusto López, quien fuera secretario de Gobernación con López Obrador y actual líder de los senadores de Morena. Bermudes es señalado como líder del grupo delictivo “La Barredora” que domina todo el estado de Tabasco y parte del sureste.
Estos casos únicamente son los que se han destacado en las últimas semanas; pero el problema de Morena tiene otras aristas, principalmente de sujetos que salieron de otros partidos con sus proyectos muy personales y que buscan realizarlos a la sombra de Morena.
El caso más emblemático es el de la familia Monreal. Por décadas han sido los caciques de Zacatecas, primero amparados por el PRI, luego por el PRD y hoy por Morena. La prohibición de la reelección y el final del nepotismo los afecta directamente. Por eso, Ricardo, el líder de la familia, influyó para que esta reforma constitucional se aplique hasta 2030, porque ya se tiene en puerta la candidatura de su hermano Saúl al gobierno de ese estado, hoy gobernado por David Monreal.
No se puede soslayar el hecho de que en el último año, han llegado a Morena varios políticos que han salido del PRI, al ver que el partido en el que militaron tantos años se está hundiendo. ¿Podrán aportar algo quienes arrastran una cauda de corrupción?
Desde luego, la oposición ha tomado estos casos como un arma para golpear tanto al partido como al gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Destacan los ataques a Augusto López al calificarlo de cómplice del prófugo Hernán Bermúdez, el enriquecimiento de Diana Karina y Sergio Gutiérrez y los viajes de los tres morenistas, sembrando la sospecha de haber viajado con recursos públicos.
En el caso de Hernán Bermúdez, Adán Augusto ha afirmado que está dispuesto a acudir a la Fiscalía cuando lo requieran; sin embargo, este golpe lo ha afectado políticamente y tendrá que asumir los efectos de haber incluido en su gabinete de gobernador a una persona señalada posteriormente como líder de una banda criminal.
Por otro lado, los tres viajeros (Monreal, Delgado y Andy López) han señalado que sus vacaciones fueron costeadas con recursos propios, a diferencia de gobiernos anteriores donde hasta las familias presidenciales viajaban en naves oficiales o privadas a Europa ¡para ir de compras! con recursos del Estado.
Respecto a la pareja de legisladores que presumen su riqueza, tampoco hay delito alguno, a no ser que sus fortunas sean mal habidas.
Entonces, surge la pregunta: ¿cuál fue su error?
Las contradicciones
En el caso de Adán Augusto López, será el senador el que responda por el error de haber tenido como secretario de Seguridad a un delincuente. Sin embargo, en los demás casos hay un defecto común: la incoherencia.
Todos ellos militan en un partido que desde su fundación ha diseñado un nuevo modo de hacer política. En su discurso fundacional, en 2012, López Obrador exhortó a quienes entonces formaban parte del proyecto, a no repetir “las lacras de la política actual”, y en esas lacras se incluye la demagogia (decir una cosa y hacer otra), la ostentación, el autoritarismo, la corrupción y la impunidad.
Es claro que ni los vacacionistas en Europa y Japón, ni la pareja de legisladores cometieron delito alguno, de eso no hay duda; sin embargo, todos olvidaron algo fundamental en la 4T: “no debe haber gobierno rico con pueblo pobre”.
¿Tienen dinero para comprar lujos o para viajar al extranjero?, irreprochable, pueden hacerlo si son ciudadanos comunes; pero ellos son funcionarios públicos o de su partido y la opinión pública los observa y los juzga. Por esto, deben actuar con prudencia.
Bien lo dijo la líder nacional de Morena, Luisa María Alcalde, acorde con el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: aunque tengan recursos deben evitar lujos porque pertenecen a un movimiento que debe poner el ejemplo.
Por su parte, el gobernador de Sonora y presidente del Consejo Político Nacional de Morena, Alfonso Durazo Montaño, señaló que “nadie está por encima del proyecto, ni tiene derecho a adelantarse, ni a imponer su voluntad, ni a chantajear con la ruptura si no se le concede aquello a lo que aspira; Morena no es un vehículo para satisfacer ambiciones personales”, en referencia a quienes están en el partido por intereses estrictamente personales.
Tal parece que varios miembros distinguidos de Morena y funcionarios públicos salidos de ese partido, han olvidado lo que Andrén Manuel López Obrador les dijo días antes de terminar su mandato:
“Que este partido no repita los vicios y perversiones de la política tradicional, mantengan siempre la unidad, la humildad y la honestidad. (…) No permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas. Eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el sectarismo. No roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo.” Ignorar estas palabras ha puesto en riesgo el segundo piso de la 4T; porque los medios informativos (o desinformativos) influirán sobre el electorado en 2027 y el pueblo siempre cobra los errores.