**Mujer lustradora de calzado que pule sus “sueños”**
Entrevista: Abril Domínguez / Redacción: Juan Rubio / Izúcar de Matamoros, Pue.
En el corazón de Izúcar de Matamoros, Laura Cázares, una mujer de 24 años de edad, se ha convertido en un símbolo de perseverancia y determinación. Con una sonrisa franca y manos hábiles, la joven combina su oficio como lustradora de calzado con sus estudios de contaduría, demostrando que los “sueños” no tienen límites, cuando se trabaja con pasión y esfuerzo.
Nacida y criada en Izúcar, Laura vive con su mamá y su abuelita, a quienes considera sus pilares fundamentales. “Mientras tenga a esas dos personas importantes en mi vida, todo surge bien en este entorno”, afirmó con una voz serena pero llena de convicción.
Su familia no solo le ha brindado apoyo emocional, sino que también ha sido su inspiración para salir adelante. Fue su mamá, quien también trabajó como lustradora de calzado, quien le enseñó los secretos del oficio y le abrió las puertas a sus primeros clientes.
Laura comenzó a trabajar boleando zapatos por la necesidad de financiar sus estudios. “Me motiva pues, el estudiar. Sí, y terminar mi carrera”, respondió con sencillez cuando se le preguntó sobre su motivación. Su día comienza temprano: de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde, atiende a sus clientes en el parque Pavón, y por las tardes asiste a asesorías en la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros (UTIM).
Aunque el ritmo es agotador, Laura no se queja de nada. Para ella, cada zapato que brilla es un paso más hacia su meta, de convertirse en contadora y lograr su independencia económica.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Ha enfrentado prejuicios y comentarios negativos, principalmente de clientes que dudan de su capacidad por ser mujer. “Luego vienen señores que creen que no vamos a saber limpiar bien los zapatos, o me piden que les dé más fuerte”, relató con una mezcla de resignación y orgullo.
Pero Laura no se deja intimidar. Con dedicación y profesionalismo, ha demostrado que su trabajo habla por sí mismo. “Mientras les dé el brillo que quieren y queden bien, ya no se quejan al final”, dijo con una sonrisa de satisfacción.
Ser una mujer independiente y trabajadora en Izúcar es una fuente de motivación, manifestó. “Gracias a este trabajo, he obtenido muchas cosas positivas. Estoy concluyendo mi carrera y, principalmente, quiero independizarme y tener algo en la vida”, enfatizó con determinación. Su historia es un testimonio vivo de que, con esfuerzo y perseverancia, es posible superar las barreras sociales y económicas.
En el marco del “Día Internacional de la Mujer” de 2025, Laura se siente orgullosa de ser reconocida como un ejemplo de perseverancia. “La verdad, sí, estoy muy feliz y orgullosa de mi trabajo” confesó con emoción. Su historia no solo inspira a otras mujeres de Izúcar, sino que también desafía los estereotipos de género, y demuestra que no hay oficio que una mujer no pueda desempeñar con excelencia.
Laura tiene un mensaje claro para quienes dudan en perseguir sus sueños: “Si tienes alguna meta, se puede conseguir. Si tienes planes de estudiar, puedes trabajar también. Hay mucho trabajo en esta vida, solamente es cuestión de buscarlo”. Con estas palabras, no solo invita a limpiar zapatos, sino a “pulir” las oportunidades que la vida ofrece.
En un mundo donde las adversidades pueden nublar el horizonte, Laura Cázares brilla como un faro de esperanza y determinación. Su historia es un recordatorio de que, con esfuerzo y pasión, cualquier sueño es posible. Y mientras siga “puliendo” zapatos y sueños, Laura seguirá siendo un ejemplo de que el trabajo dignifica, y que las mujeres pueden alcanzar cualquier meta que se propongan.
