“La clave para romper barreras, es no tener miedo”: Mónica Beltrán

Redacción / Izúcar de Matamoros, Pue.

En el marco del “Día Internacional de la Mujer” de 2025, en Izúcar de Matamoros, la historia de Mónica Beltrán Ozuna emerge como un testimonio de resiliencia, determinación y liderazgo.

Originaria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Mónica ha forjado una trayectoria profesional, que la ha llevado a convertirse en una figura destacada en el ámbito educativo y administrativo. Actualmente, es la representante del Campus del Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla ubicado en Izúcar de Matamoros, un cargo que asume con firmeza y pasión.

Mónica nació en Chiapas, un estado conocido por su riqueza natural y cultural, pero también por sus desafíos socioeconómicos. Su infancia, rodeada de la exuberante naturaleza chiapaneca, dejó en ella una huella imborrable. “Mis recuerdos de infancia están llenos de playas, zonas arqueológicas y exploraciones en la selva”, comentó con nostalgia.

Esta conexión con su tierra natal no solo moldeó su carácter, sino que también le inculcó una tenacidad que hoy define su personalidad. “Soy una mujer aguerrida y firme en mis decisiones, algo que heredé de los Altos de Chiapas”, afirmó.

A los 18 años, Mónica Beltrán Ozuna dejó su hogar para continuar sus estudios en la ciudad de Puebla. Allí, se graduó en Administración Pública y Ciencias Políticas, una carrera que eligió con el propósito de contribuir al desarrollo de su comunidad. “Mi sueño era cambiar la realidad de la población, impulsar proyectos de inversión para las comunidades”, subrayó.

Sin embargo, el destino la llevó por otro camino: la educación. Tras cinco años en la ciudad de Puebla, se trasladó a Izúcar de Matamoros, donde comenzó a trabajar en la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros (UTIM). Fue allí donde conoció a su esposo, un hecho que la llevó a sentar raíces en este municipio.

Su llegada a Izúcar de Matamoros no estuvo exenta de desafíos. El cambio climático y los conflictos culturales fueron algunos de los obstáculos que afrontó. “La gente es muy cálida, similar a los chiapanecos, pero a veces todavía tengo algunos choques culturales”, enfatizó. No obstante, su capacidad de adaptación y su firmeza, le permitieron superar estas dificultades y encontrar su lugar en este municipio.

En su rol como representante del Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla, Mónica ha enfrentado retos significativos. Uno de los más destacados es la diversidad de edades y experiencias entre los estudiantes. “Tengo desde jóvenes recién egresados del bachillerato, hasta adultos mayores con más de 15 años de experiencia laboral”, puntualizó. Su habilidad para conectar con personas de diferentes generaciones y su enfoque en la inclusión, han sido clave para su éxito en este cargo.

Mónica es una firme defensora de la educación digital como herramienta para el empoderamiento de las mujeres. “La educación digital ha sido fundamental para acercar oportunidades a aquellas mujeres que, por cuestiones laborales o responsabilidades del hogar, no tienen tiempo para estudiar de manera presencial”, detalló. Para ella, este modelo educativo no solo rompe barreras de género, sino que también permite a las mujeres seguir preparándose y alcanzar sus metas profesionales.

Su trayectoria profesional está marcada por logros significativos. Uno de los que más orgullo le genera, es haber gestionado becas de movilidad nacional e internacional para estudiantes durante su tiempo en la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros. “Ver cómo regresaban transformados, con ganas de comerse el mundo, era una gran satisfacción”, recordó.

También destacó la importancia de contar con referentes femeninos en su vida. La escritora Elena Poniatowska y la política Beatriz Paredes, han sido dos figuras inspiradoras para ella. “Ambas han luchado por enaltecer a las mujeres y a las culturas indígenas, algo que admiro profundamente”, aseveró.

En el ámbito personal, Mónica es una mujer que valora la familia y la educación. Su mensaje para las nuevas generaciones de mujeres es claro: “Que estudien. Creo que lo fundamental para toda mujer es tener estudios y no tener miedo, porque eso nos permite ver más allá de lo que tenemos cerca”. Este consejo refleja su propia filosofía de vida, basada en la superación constante y la búsqueda de oportunidades.

Mirando hacia el futuro, Mónica tiene grandes proyectos. En el ámbito profesional, su objetivo es incrementar la matrícula en el campus de Izúcar de Matamoros, y ofrecer más licenciaturas en modalidad mixta. En el ámbito personal, continúa trabajando en su crecimiento y en el apoyo a su comunidad. “Estoy segura de que las mujeres seguirán empoderándose y alcanzando espacios en la vida política y directiva”, subrayó con convicción.

Mónica Beltrán Ozuna es un ejemplo de cómo la determinación, la educación y la empatía, pueden transformar vidas y comunidades. Su historia es un recordatorio de que, como ella misma dice: “La clave para romper barreras, es no tener miedo”. En un mundo que aún lucha por la igualdad de género, su voz y su ejemplo son faros que iluminan el camino hacia un futuro más justo e inclusivo.

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Juan Rubio
Juan Rubio

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