Ejército refuerza zonas críticas con fusiles Barret

-Entregan armamento de alto poder en Jalisco y Bajío

Abraham Onofre / Información nacional.

El Ejército Mexicano dotó a sus tropas de Jalisco, Guanajuato, Zacatecas y Michoacán con fusiles Barrett M82 calibre .50, capaces de penetrar blindajes y derribar aeronaves, así como ametralladoras FN Mag de alto rendimiento. El envío, proveniente de la Base Militar Número 1 en Santa Lucía, Estado de México, busca fortalecer la presencia castrense en regiones bajo constante amenaza de crimen organizado.

El viernes pasado, las Regiones Militares 5 (Zapopan, Jalisco) y 12 (Irapuato, Guanajuato) recibieron un cargamento que incluye al menos 96 fusiles Barrett M82, con alcance efectivo de hasta mil 800 metros. Estos rifles, junto con ametralladoras FN Mag —que disparan entre mil y mil 200 balas por minuto—, representan un salto en la capacidad de respuesta de las fuerzas armadas. Aunque la cantidad exacta de ametralladoras no fue revelada, se confirmó la entrega de municiones y pertrechos necesarios para operaciones. 

El despliegue ocurre en un contexto de creciente violencia. Tan solo la semana pasada, en Villa Hidalgo, Jalisco, fueron incautados 24 fusiles de asalto, dos Barrett, más de 6 mil cargadores y chalecos antibalas en una casa de seguridad. Además, autoridades estatales aseguraron vehículos con blindaje artesanal, evidenciando el poderío logístico de los grupos delictivos en la zona. 

Las acciones reflejan una estrategia federal para contener a las organizaciones criminales que operan en el corredor Occidente-Bajío, donde los enfrentamientos y las incautaciones de armamento pesado son frecuentes. Sin embargo, persisten desafíos en materia de inteligencia y coordinación, ya que los cárteles continúan adquiriendo tecnología militar comparable a la de las fuerzas de seguridad. 

El reforzamiento con equipos de precisión y alto poder de fuego marca un intento por equilibrar la balanza, aunque especialistas advierten que el éxito dependerá de una estrategia integral que combine presencia militar con inteligencia policial y desarrollo social. Mientras tanto, las calles de Jalisco y sus estados vecinos siguen siendo escenario de una lucha armada que redefine los límites del conflicto. 

Con el arribo de estos arsenales, el Ejército busca cambiar las reglas del juego en territorios donde la delincuencia ha impuesto su ley. La pregunta que queda es si la fuerza bruta será suficiente o si se requerirán más herramientas para ganar una guerra que no solo se libra a balazos, sino en el control del territorio y las comunidades.

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Juan Rubio
Juan Rubio

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