Con 140 votos a favor y 21 en contra, la reforma se establece como un nuevo límite a los derechos de la comunidad LGTBI+ en el país.
En una decisión que ha avivado intensos debates tanto en el ámbito nacional como internacional, el Parlamento de Hungría aprobó el 14 de abril de 2025 una enmienda constitucional impulsada por el partido gobernante Fidesz de Viktor Orbán.
Contexto político y social
Hungría ha venido transitando un camino de políticas conservadoras durante los últimos años.
La administración de Orbán ha promovido la defensa de lo que consideran “valores tradicionales”, en contraposición a movimientos que, según sus discursos, amenazan la cohesión social.
Este contexto permitió que se aprobara una enmienda que redefine el concepto de familia en términos restrictivos, limitándose únicamente a géneros masculino y femenino.
Detalles de la nueva legislación
La enmienda constitucional introduce dos medidas clave:
- Prohibición de marchas y eventos relacionados con el Orgullo LGTBI+
- La reforma establece que los derechos de los niños a un desarrollo moral, físico y espiritual prevalecen sobre la libertad de reunión.
- Como consecuencia, se autoriza al gobierno a vetar la realización de marchas del Orgullo, justificado en la necesidad de proteger a la infancia.
- Restricciones a la adopción por parejas del mismo sexo
- Anteriormente, aunque las parejas homosexuales no podían casarse legalmente, accedían a la adopción si uno de los miembros presentaba el estatus de soltero.
- Con la nueva ley, esta posibilidad se ve aún más limitada, dificultando el reconocimiento legal de parejas homosexuales que deseen formar una familia.
Adicionalmente, la legislación contempla el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes de estos eventos prohibidos. Quienes participen pueden enfrentar multas de hasta 500 euros y, en casos graves, cargos penales, lo que añade un componente de vigilancia intensificada a la medida.
Implicaciones para los derechos de la comunidad LGTBI+
Esta reforma no solo se traduce en la cancelación de eventos de protesta y celebración, sino que también repercute en el ámbito de la adopción y el reconocimiento legal de las identidades transgénero o intersexuales.
La exclusión explícita de estos grupos constituye un retroceso significativo en términos de derechos humanos y equidad.
Expertos en derechos humanos sostienen que esta legislación podría invitar a una mayor estigmatización y marginación de la comunidad LGTBI+ en Hungría, dificultando su inclusión en diversos ámbitos de la vida social y civil.
Reacciones nacionales e internacionales
El anuncio de la enmienda ha provocado protestas en Budapest y otras ciudades del país.
Organizaciones locales y grupos activistas han denunciado la medida, calificándola de “discriminatoria” y “antidemocrática”.
En el ámbito internacional, diversas entidades y gobiernos europeos han expresado su preocupación y han advertido sobre el debilitamiento de los derechos fundamentales en Hungría.
El portavoz de la Unión Europea ha señalado que estas políticas vulneran compromisos adquiridos en materia de derechos humanos, y ya se baraja la posibilidad de iniciar sanciones contra el país si persisten estas prácticas.
Análisis y proyecciones
Varios analistas señalan que la aprobación de esta enmienda podría ser una muestra de la creciente polarización en la política europea, donde el debate sobre la identidad y los valores tradicionales continúa escalando.
La nueva legislación, además de limitar expresiones culturales y sociales, podría tener un impacto negativo en la imagen internacional de Hungría.
Por otro lado, los defensores de la medida argumentan que se trata de proteger la “estructura familiar” y los “valores tradicionales”, aunque tales argumentos han sido fuertemente cuestionados por la comunidad de derechos humanos.
El caso abre la discusión sobre hasta qué punto un Estado puede imponer restricciones en nombre de la protección de la infancia y los valores culturales, en un contexto global donde los derechos LGTBI+ cobran cada vez mayor relevancia.
La enmienda aprobada en Hungría no solo representa un retroceso en términos de derechos para la comunidad LGTBI+, sino que también evidencia la persistente lucha entre ideologías conservadoras y progresistas en Europa.
El debate se centra ahora en cómo estas medidas afectarán la cohesión social y la reputación internacional del país, mientras las protestas continúan y se esperan nuevas reacciones en los próximos días.