El asesinato de una agente estatal durante un operativo en Tijuana ha generado tensión en torno a la colaboración binacional y al manejo de prófugos internacionales.
Un operativo que terminó en tragedia
El pasado 9 de abril, un operativo de captura en Tijuana, Baja California, terminó con el asesinato de Abigail Esparza Reyes, agente de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC).
El despliegue ocurrió en el fraccionamiento Barcelona Residencial, donde las autoridades intentaban detener a César Moisés Hernández, prófugo estadounidense buscado por homicidio.
Durante el intento de captura, Hernández disparó desde el segundo piso de una vivienda. Uno de los disparos hirió de muerte a la agente Esparza.
En la mañanera de la gobernadora del Baja California de hoy, 16 de abril de 2025, se reconocieron y enlistaron los errores de la ejecución del operativo:
“Primeramente sí hay un error que nosotros llamamos de operativo, que no está apegado a los protocolos de operación, definitivamente, es importante recalcar estos errores que ya hemos detectado, desde el punto de vista de los efectivos, desde el punto de vista del procedimiento de no neutralizar una amenaza inmediatamente de sufrir una agresión que es el protocolo de cualquier autoridad de seguridad, eso fue lo que provocó que pudiera escaparse”, compartió Laureano Carrillo, Secretario de Seguridad en Baja California.
Abigail Esparza
Abigail Esparza Reyes, de 33 años, era jefa de Enlace Internacional de la FESC, y fue quién llevaba el mando del operativo, según declaraciones de Carrillo.
Su asesinato ha sido lamentado por autoridades estatales y por la Embajada de Estados Unidos, que expresó su compromiso para colaborar en la localización del responsable.
Un fugitivo con antecedentes graves
César Moisés Hernández, es un ciudadano estadounidense de 34 años originario de California. Fue condenado en 2019 a 80 años de prisión por asesinato en primer grado y uso de arma de fuego.
También enfrentaba cargos por delitos previos. El 2 de diciembre de 2024, logró escapar durante un traslado judicial en Delano, California. Desde entonces, se encuentra prófugo.
Durante el operativo en Tijuana, Hernández burló a más de 300 elementos de seguridad, incluyendo drones y helicópteros, al disfrazarse de empleado de limpieza.
Su fuga expuso fallas en la coordinación del operativo y ha encendido las alarmas sobre el riesgo de operativos mal ejecutados en zonas habitadas.
¿Participaron agentes estadounidenses?
Aunque la versión oficial aún no lo confirma, medios locales han reportado la posible participación de agentes estadounidenses en el operativo conjunto.
Hasta ahora, el gobierno mexicano no ha dado una postura clara sobre el alcance de esta colaboración ni sobre su legalidad en territorio nacional.
Recompensa por su captura
El Servicio de Alguaciles de Estados Unidos ofreció una recompensa de hasta 35 mil dólares por información que permita dar con el paradero de César Moisés Hernández.
Mientras tanto, la comunidad de Baja California exige justicia por la muerte de Esparza y mayor transparencia sobre la operación fallida.
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