-Con un plan estratégico, el estado busca escalar del séptimo al segundo lugar en producción para 2030
Puebla se ha propuesto transformar su sector aguacatero para convertirse en uno de los principales productores de México. Actualmente ocupa el séptimo lugar a nivel nacional, con 3 mil 500 hectáreas cultivadas y una producción anual de casi 27 mil toneladas. Sin embargo, empresarios, productores y autoridades planean triplicar la superficie cultivada a 21 mil 500 hectáreas y alcanzar las 301 mil toneladas anuales en un plazo de seis años, lo que posicionaría al estado en el segundo lugar del país, solo detrás de Michoacán, líder indiscutible con 150 mil hectáreas.
Enrique González Gutiérrez, presidente del Sistema Producto Aguacate de Puebla, destacó que, aunque el origen histórico del aguacate que se consume globalmente está en la entidad, el sector enfrenta desafíos críticos: falta de infraestructura certificada para empaque, una cadena productiva fragmentada y canales de comercialización limitados. “No tenemos empacadoras de aguacate hass para exportación, algo esencial para competir”, señaló durante la presentación del Plan Estratégico del Sistema.
El proyecto busca integrar a productores de 23 municipios —como Chignahuapan, Zacatlán y Huejotzingo— junto con investigadores, técnicos y transportistas. La estrategia incluye certificaciones sanitarias, capacitación, manejo de plagas e innovación tecnológica para elezar rendimientos. Además, se priorizará la apertura de nuevos mercados. Recientemente, representantes del sector sostuvieron un encuentro con Salem Rashed Alowais, embajador de Emiratos Árabes Unidos en México, quien mostró interés en productos agroalimentarios mexicanos.
González Gutiérrez reconoció que la brecha con Michoacán es amplia, pero subrayó que Puebla cuenta con condiciones climáticas y suelo favorables para acelerar su crecimiento. “El objetivo no es solo aumentar números, sino revalorizar el aguacate como motor económico y generar empleos”, afirmó.
Con una visión colaborativa y proyección internacional, Puebla siembra las semillas para convertirse en un gigante aguacatero, redefiniendo su papel en un mercado global que exige calidad y volumen.
