**En las últimas semanas, se han reportado varios casos en las demarcaciones de Tehuitzingo, Acatlán de Osorio y Tianguistengo**


Brisselda Sarabia
Acatlán de Osorio, Pue.
El envenenamiento de perros y gatos, se ha convertido en una constante y alarmante situación en distintos municipios de la región Mixteca, generando indignación, dolor y exigencias de justicia por parte de la ciudadanía. En las últimas semanas, se han reportado varios casos en las demarcaciones de Tehuitzingo, Acatlán de Osorio y Tianguistengo, afectando gravemente a animales callejeros y domésticos.
El caso más reciente ocurrió el pasado jueves 17 de julio en la localidad de Tehuitzingo, donde al menos tres perros fueron encontrados sin vida en las inmediaciones del mercado municipal. Testigos afirmaron que los canes eran callejeros y solían merodear la zona en busca de comida, y señalaron la necesidad urgente de investigar estos hechos para frenar este tipo de violencia.
Días antes, el viernes 11 de julio, se registró un hecho similar en el barrio de San Cristóbal, ubicado en Acatlán de Osorio, donde murieron al menos 11 gatos y 3 perros, también por presunto envenenamiento. Vecinos del perímetro solicitaron la intervención inmediata de las autoridades municipales, y exigieron que se formalicen las denuncias correspondientes, para sancionar a quienes resulten responsables.
Cabe recordar que a principios de este año 2025, en la comunidad de Tianguistengo, del mismo municipio de Acatlán de Osorio, se reportó un caso masivo de envenenamiento, que dejó al menos 20 animales muertos, entre perros y gatos, lo que evidencia la repetición de esta práctica cruel en diversas localidades de la región.
Ante esta preocupante situación, asociaciones y colectivos de protección animal han alzado la voz. Uno de ellos es el grupo “Rescatando Huellitas”, el cual enfrenta serias limitaciones para continuar con su labor. Actualmente tienen más de 50 perros bajo resguardo, pero ya no pueden recibir más animales, debido a la falta de espacio y recursos.
Además, el refugio donde operan podría ser cerrado, ya que la dueña del terreno ha solicitado la devolución del espacio que prestó hace varios años. Integrantes del colectivo “Rescatando Huellitas”, señalaron que están en búsqueda urgente de un nuevo lugar donde puedan trasladar a los animales rescatados, y continuar su labor de atención, resguardo y adopción.
También hicieron un llamado a las autoridades, para que haya mayor vigilancia, así como a la sociedad para que se denuncien formalmente estos actos de maltrato y se tomen medidas efectivas. La crueldad contra animales de compañía no solo afecta el tejido social, sino que también representa un problema de salud pública y de ética ciudadana, por lo que defensores de los derechos animales piden que esta problemática deje de ser ignorada.