- Autoridades refuerzan vigilancia tras reportes de vehículo sospechoso.
Abraham Onofre / Epatlán, Pue.
El gobierno municipal de Epatlán emitió un comunicado este 25 de marzo en respuesta a los reportes sobre un vehículo sospechoso vinculado a un intento de privación de libertad en la comunidad de San Miguel Ayotla, perteneciente al municipio vecino de Xochiltepec. Las autoridades locales aseguran que, aunque no hay denuncias formales, se han activado protocolos de seguridad para prevenir riesgos a la población.
De acuerdo con testimonios de vecinos, un automóvil blanco con dos ocupantes habría intentado secuestrar a una mujer en San Miguel Ayotla, hecho que generó pánico entre los habitantes de la zona. Tras el fallido intento, el vehículo habría huido en dirección a Epatlán, lo que motivó una reacción inmediata de la Policía Municipal.
El Ayuntamiento de Epatlán detalló que, pese a la ausencia de una denuncia formal por parte de la presunta víctima, se reforzó la vigilancia y se coordinó con autoridades de Xochiltepec para rastrear el vehículo y evitar posibles incidentes. “Hemos actuado con prontitud para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos”, señaló el comunicado.
Uno de los puntos más destacados del mensaje oficial fue el rechazo categórico a versiones que acusan al gobierno municipal de promover acciones de justicia por mano propia. “Este Ayuntamiento se rige por la ley y rechaza cualquier forma de violencia ilegal”, afirmaron, en alusión a rumores sobre un posible linchamiento contra los presuntos responsables.
Las autoridades exhortaron a la población a reportar cualquier actividad sospechosa y a seguir las medidas de seguridad recomendadas. Además, habilitaron el número telefónico 243 433 5628 para denuncias o información relacionada con el caso.
El incidente ha generado inquietud entre los habitantes de Epatlán y municipios aledaños, donde vecinos exigen mayor presencia policial y patrullajes preventivos. “No podemos permitir que estos actos queden impunes. Las autoridades deben actuar ya”, expresó un residente de la zona bajo condición de anonimato.
Mientras las autoridades insisten en que la situación está bajo control, la falta de denuncias formales y la rapidez con que se difundieron los rumores reflejan un clima de desconfianza ciudadana. El caso de San Miguel Ayotla no solo expone los riesgos latentes en la región, sino también la urgencia de estrategias claras para combatir la delincuencia antes de que escalen a tragedias irreparables.
Por ahora, la consigna es mantener la calma, pero sin bajar la guardia.
