*Este tipo de agresiones trae consecuencias negativas a quienes la sufren, por lo que, además de los padres y maestros, la sociedad tiene la responsabilidad de atender esta problemática*
Román Valle / Información nacional
Actualmente, la violencia en el país ha escalado no solamente en el ámbito social, sino que cada vez es más común escuchar casos de bullying en las escuelas, por lo que la atención de padres de familia, maestros y adultos cercanos a infancias y adolescencias se vuelve esencial para la prevención y para detener los casos de este tipo.
Se define como acoso escolar a una situación de violencia física, emocional o verbal ejercida de un individuo a otro, quedando como víctima de esta situación, en un entorno escolar o laboral, el cual tiene consecuencias en la persona violentada afectado como reducción en el rendimiento escolar, baja autoestima, deterioro del desarrollo social, incluso el llegar al suicidio.
Algunas de las señales más comunes que presentan las personas agredidas es el retraimiento social, autolesiones, negativa a asistir a la escuela o lugares públicos, bajas calificaciones.
Los agresores generalmente son individuos con problemas de conducta, aunque también pueden ser individuos carismáticos que atraen grupos y seguidores que los acompañan en las agresiones.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México menciona que el país ocupa el primer lugar en este tipo de violencia en el mundo, siendo más de 270 mil casos auditados, en el que mencionan que, tanto el bullying como el ciberbullying son asesinos silenciosos que matan cada año 200 mil niños y jóvenes en el mundo.