Ante el repunte de la fiebre amarilla, el Gobierno de Colombia declaró la emergencia sanitaria, tras confirmarse 79 casos y 36 muertes
Bogotá, Colombia. – El Ministerio de Salud de Colombia declaró este mes la emergencia sanitaria nacional por el brote de fiebre amarilla.
De acuerdo con el más reciente informe oficial, se han registrado 79 casos confirmados de la enfermedad entre 2024 y lo que va de 2025, con 36 fallecimientos atribuidos al virus.
Situación actual de la fiebre amarilla en Colombia
El estado más afectado es Tolima, que concentra 61 casos, incluyendo 23 muertes, especialmente en municipios del oriente como Dolores, Villarrica y Cunday.
Otros departamentos con casos reportados incluyen Putumayo, Huila, Caldas, Meta, Vaupés, Nariño, Caquetá y Cauca.
Medidas adoptadas por el Gobierno
Ante esta situación, el Ministerio emitió la Resolución 691 de 2025. La cual declara la emergencia con el fin de fortalecer la capacidad de respuesta del sistema de salud y contener la propagación. Entre las medidas adoptadas se encuentran:
- Restricciones de movilidad en municipios con brotes activos.
- Campañas de vacunación masiva, con el apoyo de la OMS y la OPS, que enviaron aproximadamente dos millones de dosis.
- Refuerzo de estrategias epidemiológicas y sanitarias en las zonas más afectadas.
El viceministro de Salud Pública, Jaime Urrego, afirmó que esta emergencia tiene un carácter principalmente preventivo, orientado a proteger a la población en riesgo y frenar la expansión del virus.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido que este brote en Colombia forma parte de un fenómeno regional, por lo que exhortó a los países latinoamericanos a redoblar esfuerzos en materia de vigilancia y vacunación.
Contexto regional
El brote de fiebre amarilla en Colombia se enmarca en un contexto regional más amplio, con varios países de América Latina reportando un aumento en los casos.
La Organización Panamericana de la Salud ha alertado sobre la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y control en la región para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
Es crucial que la población en las zonas afectadas siga las recomendaciones de las autoridades de salud, participe en las campañas de vacunación y adopte medidas preventivas para reducir el riesgo de contagio.