Por: N. Gea M / Reynosa, Tamaulipas, 21 de abril de 2025
Una grave crisis de salud pública afecta desde enero a los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tamaulipas. La falta de medicamentos oncológicos y para enfermedades crónico-degenerativas ha dejado a más de 200 pacientes sin acceso a tratamientos vitales, y ha provocado la muerte de al menos cinco personas a causa de complicaciones relacionadas con la metástasis.
El origen de esta crisis, según fuentes internas del propio instituto, se encuentra en la omisión del delegado estatal del IMSS, José Luis Aranda Aguilar, quien no ha autorizado la renovación de contratos con distribuidoras médicas. Esta parálisis administrativa ha frenado el suministro de al menos 100 medicamentos esenciales, entre ellos fármacos de alto costo necesarios para quimioterapia, artritis reumatoide y padecimientos hematológicos.


“El Delegado no firma, no responde, y mientras tanto la gente muere”, lamentó un trabajador del área médica que solicitó permanecer en el anonimato. La situación es especialmente crítica para pacientes de bajos recursos, ya que el costo de una sola ampolleta de 500 miligramos puede superar los $50,000 pesos, una cifra imposible de cubrir para la mayoría de las familias.
Los hospitales del IMSS en Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Ciudad Victoria y Ciudad Madero son los más afectados. En estos centros médicos, muchos pacientes se han visto obligados a suspender por completo sus tratamientos o recurrir a rifas, colectas y préstamos para mantenerse con vida.
“Llevamos semanas sin recibir tratamiento. Nos están dejando morir”, denunció entre lágrimas una paciente con cáncer de mama en Reynosa, cuya historia refleja la desesperación generalizada en la entidad.
Las muertes registradas —cinco hasta el momento— se han producido en el área de hospitalización, donde pacientes con enfermedades avanzadas no pudieron recibir la medicación prescrita, lo que derivó en su deterioro y posterior fallecimiento.
Organizaciones civiles, familiares y personal médico exigen la intervención inmediata del Gobierno Federal y del Instituto Mexicano del Seguro Social para reanudar los contratos con proveedores y garantizar la disponibilidad de los medicamentos esenciales. Señalan que la situación no solo es inhumana, sino también evitable.
La salud no puede esperar. Las omisiones administrativas están cobrando vidas. Cada día que pasa sin una respuesta representa un riesgo inminente para cientos de tamaulipecos que luchan contra enfermedades devastadoras.