Detienen a magistrada retirada por destruir videos clave de Ayotzinapa

Capturan a Lambertina Galeana Marín en operativo conjunto

Lambertina Galeana Marín, ex presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, fue detenida la mañana del miércoles 14 de mayo en Chilpancingo por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR).

La captura ocurrió alrededor de las 08:00 horas en la colonia Ruffo Figueroa, durante un operativo encabezado por la Comisión Nacional Antisecuestro (Conase), con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional y la Agencia de Investigación Criminal.

La FGR informó que Galeana Marín es acusada de ordenar la destrucción de los videos de vigilancia del Palacio de Justicia de Iguala.

Imágenes borradas, pieza clave en el caso Ayotzinapa

Las grabaciones desaparecidas son consideradas pruebas clave por las familias de los 43 estudiantes desaparecidos. Quienes han exigido durante una década la entrega de los originales.

Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), esas imágenes podrían demostrar cómo los normalistas fueron trasladados hacia Huitzuco, donde presuntamente serían entregados a un líder criminal conocido como “El Patrón”.

En su momento, Galeana Marín argumentó que los videos no tenían valor probatorio, asegurando que solo mostraban “manchas borrosas”. Sin embargo, tanto abogados como organizaciones sociales han acusado que su destrucción fue parte de un encubrimiento sistemático de los hechos.

Autoridades federales indicaron que la detención de Galeana Marín forma parte de una serie de acciones para sancionar a ex funcionarios señalados por entorpecer las investigaciones.

En la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, realizada diariamente en Chilpancingo, trascendió que ya se elaboran listas de ex colaboradores del entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero que podrían enfrentar procesos judiciales.

“Ayotzinapa sigue doliendo de mil formas”

La muerte de Jonathan Maldonado Hernández, denunciada públicamente por el Colectivo Nacional de Sobrevivientes del Caso Ayotzinapa, no solo representa la pérdida de un compañero más en la larga lucha por la verdad.

Es también, señalaron, una muestra del abandono sistemático en el que se ha dejado a los sobrevivientes de la llamada “Noche de Iguala”.

Maldonado falleció tras complicaciones de salud vinculadas a las secuelas físicas y emocionales del ataque armado. Fue una de las voces clave para esclarecer lo ocurrido en el camión 3 de la línea Juan N. Álvarez.

Pese a su compromiso con las investigaciones oficiales y su participación activa, el colectivo denuncia que durante más de una década, Jonathan vivió bajo el estigma de ser sobreviviente, enfrentando abandono institucional, sin acceso a atención médica, psicológica o social adecuada.

Su caso, advierten, expone las deudas pendientes del Estado mexicano. No solo con las familias de los 43 normalistas desaparecidos, sino también con quienes lograron sobrevivir y cargan hasta hoy con el dolor, la persecución y el olvido.

“Ayotzinapa sigue doliendo de mil formas”, concluye el colectivo, quien demanda que la justicia llegue también para quienes, como Jonathan, dedicaron su vida a exigirla y terminaron muriendo en el abandono.

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Redacción Puebla
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