-Interrogatorio de EE.UU. agrava crisis política en Tamaulipas
El alcalde de Matamoros, Alberto Granados, fue detenido este jueves por autoridades estadounidenses al intentar cruzar a Brownsville, Texas, en un operativo que desencadenó alertas en el gobierno de Tamaulipas. Liberado tras horas de interrogatorio y con su visa cancelada, el incidente expuso las crecientes presiones de agencias como la DEA y el FBI sobre figuras clave de Morena, incluyendo al gobernador Américo Villareal, quien enfrenta investigaciones por presuntos vínculos con redes ilícitas.
La detención de Granados ocurrió cerca de las 19:00 horas, cuando agentes fronterizos lo trasladaron a un cuarto de interrogatorios. Según fuentes consultadas por *LPO*, representantes de la DEA, el FBI y Seguridad Nacional indagaron sobre financiamiento irregular en su campaña municipal de 2022, nexos con Édgar Alejandro “N” —detenido en enero con cocaína— y la relación del edil con “Ameriquín”, hijo del gobernador Villareal y operador político de su confianza.
Aunque el alcalde morenista programó un acto público para desactivar rumores, el evento fue postergado sin explicación oficial, alimentando especulaciones sobre su situación legal. Mientras, Villareal monitoreó la crisis desde su despacho, ante el riesgo de que las pesquisas avancen hacia su administración. Las interrogantes también apuntaron a Mario Delgado, actual dirigente nacional de Morena y aliado clave en la elección del gobernador.
El escándalo se suma a la amenaza de Juan Pablo Penilla, abogado de “Los Zetas”, de convertirse en testigo protegido en EE.UU., y al arresto de “El Fresa”, señalado como operador financiero de Granados y Villareal. Además, refleja un patrón: la Casa Blanca vigila a otros morenistas, como Rubén Rocha —acusado por “El Mayo” Zambada— y Rutilio Escandón, exgobernador de Chiapas que evalúa renunciar a su consulado en Miami ante riesgo de captura.
El caso de Granados evidencia la estrategia de Washington: priorizar el desmantelamiento de corredores político-criminales, más que el combate directo al narco. Para Morena, esto implica una tormenta perfecta: investigaciones transfronterizas, testigos colaboradores y el fantasma de expedientes ocultos que, ahora, podrían resquebrajar su proyecto en Tamaulipas, bastión clave para 2024. Mientras López Obrador evade comentarios sobre sus viajes a Cuba, la sombra de las agencias estadounidenses se alarga sobre sus herederos políticos.