**El alto al plan fiscal de Trump no solo revela divisiones dentro del Partido Republicano, sino que detiene, al menos por ahora, un impuesto que habría golpeado directamente el bolsillo de millones de familias mexicanas**

Michelle López
Información internacional.
En una sorpresiva muestra de fractura interna, un grupo clave de legisladores republicanos bloqueó el pasado viernes 16 de mayo el avance del ambicioso proyecto fiscal de Donald Trump, el llamado “One Big Beautiful Bill”, el cual incluía recortes de impuestos multimillonarios y un controvertido impuesto del 5% a las remesas enviadas del extranjero, una medida que habría afectado directamente a millones de familias mexicanas.
Durante una sesión del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, cinco republicanos se sumaron a los votos demócratas, frenando la propuesta por una diferencia de cinco votos (21-16).
Las críticas internas no tardaron en hacerse oír: algunos conservadores señalaron que el plan, valorado en casi 4 billones de dólares, incrementaría peligrosamente el déficit fiscal del país sin generar los recortes profundos que prometía.
“Estamos emitiendo cheques que no podemos cobrar, y nuestros hijos van a pagar las consecuencias”, declaró el representante Chip Roy, uno de los rebeldes del ala conservadora.
El megaproyecto, promovido intensamente por Trump en su red “Truth Social”, incluía también recortes a “Medicaid” y otras ayudas sociales, al tiempo que ofrecía beneficios fiscales para ciertos sectores. Sin embargo, fue el polémico impuesto a las remesas el que encendió las alarmas más allá de las fronteras estadounidenses.
México reacciona: “Una medida discriminatoria”
Desde la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reaccionó con firmeza ante la iniciativa, calificándola como “una injusticia” y “discriminatoria”. Advirtió que la aprobación del gravamen habría tenido un impacto negativo, no solo en los más de 11 millones de mexicanos que envían remesas desde EU, sino en la economía nacional en su conjunto.
“El dinero que nuestros connacionales envían a sus familias no es un lujo, es un sustento. Gravar ese esfuerzo es un acto inhumano y contrario a cualquier lógica de cooperación regional”, expresó la mandataria en una conferencia desde Palacio Nacional.
Tan solo en 2024, las remesas alcanzaron un récord histórico de 64.75 mil millones de dólares, lo que representa una de las principales fuentes de ingresos para México. Expertos advierten que un impuesto como el propuesto, podría reducir en 0.18 puntos porcentuales el PIB del país, afectando especialmente a comunidades rurales y sectores vulnerables.
Una pausa estratégica, pero no definitiva
El rechazo republicano representa un revés significativo para Trump, quien buscaba que el proyecto estuviera aprobado antes del 4 de julio, con miras a fortalecer su plataforma electoral. Sin embargo, el bloqueo no implica que la propuesta esté descartada del todo.
Legisladores aliados a Donald Trump han sugerido que se intentará renegociar el texto, para buscar su aprobación en otra fecha, aunque el creciente descontento dentro de su propio partido augura un camino accidentado.
Para México, esta pausa significa un respiro. Pero no una tregua. “Celebramos este rechazo como una victoria parcial, pero nos mantenemos atentos. Si esta iniciativa se retoma, responderemos con toda nuestra capacidad diplomática”, aseguró la canciller Alicia Bárcena.
Un frente interno… e internacional
Más allá del impacto económico, lo ocurrido evidencia una creciente resistencia, incluso dentro del Partido Republicano, a los impulsos más agresivos de Trump. El mensaje que dejan estos cinco votos es claro: no todo está dicho, y los contrapesos aún funcionan, aunque con tensiones.
Mientras tanto, desde el sur del río Bravo, México vigila con lupa. Lo que hoy es una pausa, mañana podría convertirse en una amenaza real para millones de familias. La defensa de las remesas, en este contexto, no solo es una cuestión económica, sino también de soberanía y dignidad.
