Este 7 de junio, México observa el Día de la Libertad de Expresión, fecha instaurada en 1951 por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés junto a editores de medios. Su objetivo original: reconocer el papel vital de una prensa libre para la democracia. Setenta y tres años después, la conmemoración mantiene vigencia, invitando a un balance entre avances constitucionales y persistentes obstáculos.
La libertad de expresión, consagrada como derecho humano en instrumentos internacionales como el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, encuentra su base nacional en los artículos 6 y 7 de la Constitución mexicana. Estos garantizan a todas las personas – no solo a periodistas o medios – la facultad de buscar, recibir y difundir información e ideas por cualquier medio, sin interferencia indebida. Este derecho es pilar fundamental para la deliberación pública, el control del poder y el desarrollo de una ciudadanía informada.
Sin embargo, el ejercicio pleno de este derecho enfrenta una realidad compleja. Organizaciones internacionales, destacando a Reporteros Sin Fronteras, documentan continuamente agresiones, amenazas y asesinatos contra comunicadores en el país. Esta violencia, sumada a presiones económicas, judiciales o políticas, configura un entorno de riesgo que limita la labor informativa y, por ende, el derecho de la sociedad a estar informada. Estas condiciones adversas evidencian la brecha entre el reconocimiento legal y la práctica cotidiana del periodismo.
Por ello, diversas voces dentro de la sociedad civil y organismos defensores enfatizan que este día debe trascender lo ceremonial. Es una oportunidad crucial para evaluar los rezagos, exigir garantías de seguridad para quienes ejercen el periodismo, fortalecer los mecanismos de protección y promover condiciones que permitan la expresión libre y segura de todas las personas.
La conmemoración del 7 de junio, más que una celebración, es un llamado urgente a México para proteger y hacer realidad, sin excepciones, la libertad de expresar y conocer.