En un hecho que marcó la jornada electoral del domingo 1 de junio, sujetos desconocidos intentaron manipular los comicios en Huaquechula, Puebla, al exigir a funcionarios de casilla la entrega de boletas para marcarlas ellos mismos, alegando tener “órdenes de arriba”. El hecho ocurrió en las secciones 572 y 573, según confirmó la Junta Local del INE en Puebla, y generó alerta en la región sur del estado.
Mientras gran parte del estado vivía una jornada marcada por el ausentismo, Huaquechula destacó negativamente por registrar un intento de intervención directa en el proceso electoral para renovar jueces, ministros y magistrados del Poder Judicial. De acuerdo con autoridades electorales, personas no identificadas amenazaron a funcionarios para hacerse con las boletas en blanco. El consejero Jordan Miranda Trejo negó que existieran instrucciones oficiales al respecto y afirmó que se vigilarán acciones similares.


A pesar del intento de alterar el proceso en esas dos secciones, en la casilla 570 del zócalo municipal de Huaquechula la votación se llevó a cabo con normalidad, aunque con escasa participación. La jornada transcurrió bajo Ley Seca y suspensión de labores no esenciales, buscando garantizar el orden. El llamado a votar circuló en redes sociales con la etiqueta #YTuVasAVotar, sin que ello lograra revertir el bajo interés ciudadano.
El panorama se repitió en municipios como Epatlán, Calmeca, La Galarza e Izúcar de Matamoros, donde predominó la baja afluencia y, aunque no se reportaron incidentes, se evidenció un fuerte desinterés por este proceso inédito. Atlixco vivió una situación similar, aunque con una propuesta legislativa que busca sancionar a quienes no voten, lo que reavivó el debate sobre el abstencionismo.


Por el contrario, Chietla y Villa Atencingo mostraron una activa participación, con votantes que acudieron desde temprano a emitir su sufragio. En Tlapanalá, el proceso avanzó sin contratiempos, en un ambiente cívico y ordenado, destacando la importancia de la elección para la estructura judicial del país.
La jornada en el sur de Puebla dejó en evidencia dos caras del proceso: por un lado, la inquietante intención de manipular votos en Huaquechula; por otro, la escasa respuesta ciudadana que pone en tela de juicio el alcance democrático de una elección histórica para el país.