Redacción / Ajolotla, Chignahuapan.
Durante la noche del pasado lunes 2 de junio, una tormenta de apenas 25 minutos basto para convertir a la comunidad de Ajolotla en una zona de desastre. Las 200 viviendas del poblado quedaron bajo el agua y, de acuerdo con el censo preliminar de Protección Civil, 34 casas fueron declaradas pérdida total; sus habitantes lo perdieron todo, desde muebles hasta cosechas.
Ante la emergencia surgida, brigadas municipales y estatales habilitaron albergues temporales y comenzaron el reparto de víveres, cobertores y herramientas de limpieza. “Estamos contrarreloj; lo primero es garantizar techo y comida a las 34 familias con daños catastróficos”, advirtió el titular de la Coordinación General de Protección Civil estatal durante un recorrido por las calles convertidas en canales.
El desbordamiento de corrientes obligó al Ayuntamiento de Chignahuapan a transformar el Auditorio Municipal en refugio temporal. El recinto fue acondicionado con camas improvisadas, zonas de alimentación y un módulo de atención médica para asegurar la integridad de quienes abandonaron sus hogares.
Desde las primeras horas, el presidente municipal Juan Rivera Trejo gestionó ayuda directa con el gobernador Alejandro Armenta, quien envió colchonetas, cobijas y víveres “para atender a los damnificados con prontitud y dignidad”.
Mientras tanto, personal municipal se ha concentrado en brindar atención integral: suministro de agua potable, alimentos calientes, kits de higiene y resguardo nocturno. Las autoridades también evalúan daños a infraestructuras básicas —drenaje, red eléctrica y caminos rurales— con el fin de restablecer los servicios lo antes posible.
