**Estas cifras son alarmantes porque reflejan la continua violencia contra las mujeres, que sigue siendo una realidad cotidiana en nuestro país**
**De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, Puebla es el segundo lugar en feminicidios, mientras que el primero lo tiene el Estado de México**
**En la entidad poblana, 195 mujeres fueron hospitalizadas por violencia intrafamiliar, aumentando un porcentaje del 29% con respecto a los últimos reportes**
Michelle López
Información nacional.
La lucha de las mujeres mexicanas sucede los 365 días del año, sin embargo, en marzo se reúnen con mayor fortaleza todas las voces de la injustica, pues México se enfrenta a una realidad alarmante: en los primeros meses del año se han registrado 54 feminicidios y 187 homicidios dolosos de mujeres. Estas cifras, que continúan creciendo, reflejan la persistente violencia de género en el país.
Puebla ocupa el segundo lugar en feminicidios en México, solo después del Estado de México, y ha visto un aumento preocupante en los casos de violencia intrafamiliar, con un incremento del 29% en hospitalizaciones debido a agresiones físicas.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), enero de 2025 fue un mes especialmente violento, con un total de cinco feminicidios en Puebla, lo que coloca a la entidad entre las de mayor incidencia en el país. A nivel nacional, el Estado de México continúa liderando con siete feminicidios registrados en el mismo periodo. Mientras tanto, las estadísticas del Boletín Epidemiológico del Gobierno Federal, muestran que en Puebla las víctimas de violencia intrafamiliar aumentaron, con 195 mujeres hospitalizadas en enero, un número que refleja la creciente violencia doméstica y la inseguridad que muchas enfrentan en sus propios hogares.
La violencia no se limita solo a los feminicidios y lesiones físicas. También se registraron un significativo número de mujeres heridas por armas de fuego y punzocortantes. Las agresiones son cada vez más violentas y están dejando secuelas devastadoras, no solo físicas sino también emocionales. La violencia de género sigue siendo una de las principales causas de lesiones y muertes entre las mujeres en México.
El Día Internacional de la
Mujer y el origen de la lucha
El 8 de marzo, una fecha que históricamente simboliza la lucha por los derechos de las mujeres, no fue solo una ocasión para reflexionar sobre los avances logrados. También fue un recordatorio de los retos que aún permanecen. Aunque se han alcanzado progresos, como el reconocimiento legal de los feminicidios como un delito específico, las cifras actuales siguen demostrando que la violencia de género sigue sin cesar, especialmente en un contexto como el de Puebla, que ha estado en constante aumento en los últimos años.
El “Día Internacional de la Mujer” tiene sus orígenes en las luchas laborales y feministas del siglo XIX. En 1910, Clara Zetkin propuso la celebración de esta fecha en una conferencia internacional de mujeres socialistas. Desde entonces, la fecha ha sido una oportunidad para denunciar las injusticias que las mujeres enfrentan, así como para recordar la importancia de continuar la lucha por la igualdad. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el 8 de marzo de 2025 también fue una jornada de manifestaciones de indignación, ante los feminicidios y la violencia cotidiana.
El reto para la sociedad
y las autoridades
A pesar de los esfuerzos por visibilizar la situación, los números reflejan que las acciones han sido insuficientes para frenar la violencia de género en México. Es imperativo que, más allá de las conmemoraciones, se implementen políticas públicas efectivas, que las autoridades se comprometan a llevar a cabo investigaciones rápidas, eficaces y con perspectiva de género, y que la sociedad en general, desde las familias hasta las instituciones, trabajen para erradicar las raíces de la violencia machista.
Como recordaba Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, se llega a serlo”. “El Día Internacional de la Mujer” debería ser un recordatorio de que, en pleno 2025, no podemos seguir permitiendo que las mujeres lleguen a ser víctimas de un sistema que las oprime y las invisibiliza. Es necesario seguir luchando para que las mujeres puedan vivir sin miedo y en igualdad de condiciones.
