Mujer escapa de falsa entrevista

Una joven identificada como Saha relató en redes sociales la aterradora experiencia que vivió al acudir a una falsa entrevista de trabajo en un edificio abandonado del Paseo Bravo, en Puebla. La oferta, publicada en Facebook, prometía un empleo como ayudante de papelería con un sueldo atractivo, pero rápidamente se convirtió en una pesadilla cuando detectó múltiples señales de peligro. 

Según el testimonio de la afectada, la vacante parecía sospechosa desde un principio debido a las condiciones “demasiado buenas” que ofrecía. Sin embargo, ante la necesidad de un ingreso adicional, decidió asistir. Al llegar al lugar, fue recibida por un hombre que confirmó ser el sitio de la entrevista, aunque el edificio estaba en mal estado y sin señales de ser una papelería. 

Dentro, se encontró con al menos otras siete personas esperando. La situación se volvió más alarmante cuando los reclutadores les prohibieron usar sus teléfonos móviles, argumentando que era parte de una “prueba de compromiso”. “Ahí dije: algo está muy mal”, relató Saha. 

El momento crítico llegó cuando varios hombres se posicionaron en puntos estratégicos del lugar, bloqueando salidas. La joven, sintiendo que podía ser víctima de secuestro, pidió a su novio que la llamara para simular una emergencia y así poder escapar. Al intentar salir, uno de los sujetos le gritó: “¿A dónde vas? ¿Qué no te interesa estar aquí?”, mostrando actitud agresiva. 

Con rapidez, Saha logró huir corriendo hasta la estación de metrobús más cercana, donde finalmente se sintió segura. Desde entonces, compartió su experiencia para alertar a otros sobre este tipo de engaños, que, según denuncias, han sido recurrentes en Puebla. Autoridades han advertido que grupos delictivos utilizan ofertas laborales falsas en redes sociales para reclutar o secuestrar personas. 

Este caso evidencia los riesgos de responder a empleos publicados en plataformas no verificadas. Las autoridades recomiendan investigar previamente la legitimidad de las empresas, evitar lugares sospechosos y, ante cualquier señal de peligro, reportar de inmediato. Mientras tanto, Saha espera que su historia prevenga más víctimas de un crimen que, lejos de ser aislado, parece operar en las sombras de la desesperación laboral.

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Ángeles García
Ángeles García

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