Myanmar: Terremoto de 7.7 deja más de 700 muertos

La tragedia golpeó con fuerza el corazón de Myanmar cuando un terremoto de magnitud 7.7 sacudió el centro del país, dejando al menos 700 muertos y más de 1,670 heridos. El epicentro se ubicó a 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, donde el colapso de edificios, puentes y carreteras ha sumido a la población en el caos. Las calles de Naipyidó, la capital, se convirtieron en hospitales improvisados ante la saturación de los centros médicos, mientras que en Pyinmanar rescatistas informaron del hallazgo de decenas de cuerpos entre los escombros.

El impacto del sismo no se limitó a Myanmar. En Bangkok, Tailandia, a más de mil kilómetros del epicentro, el desastre se hizo sentir con fuerza. Al menos 10 personas murieron, una torre de oficinas colapsó y decenas de desaparecidos son buscados entre los escombros. Testigos describieron escenas de pánico en las calles, con personas huyendo de los edificios mientras el suelo temblaba. Un científico del centro sismológico francés señaló que la fragilidad de las construcciones en la región podría haber agravado los daños, incluso a gran distancia del epicentro.

El terremoto ocurre en un momento crítico para Myanmar, donde la junta militar enfrenta una guerra con los insurgentes del Gobierno de Unidad Nacional. En un giro inesperado, líderes opositores anunciaron que sus combatientes colaborarían en las tareas de rescate y ayuda humanitaria. La comunidad internacional ha respondido con rapidez: Rusia envió aviones con rescatistas y equipos médicos, mientras la ONU y la OMS desplegaron recursos de emergencia. La Unión Europea, China e India también manifestaron su apoyo para enviar ayuda inmediata, de igual manera Rusia brindara apoyo.

Las cifras del desastre continúan en aumento y la situación humanitaria se agrava. Amnistía Internacional advirtió que el terremoto llega en el peor momento posible para Myanmar, dada la crisis de desplazados internos y la escasez de ayuda humanitaria. Estados Unidos, por su parte, anunció asistencia para las víctimas, aunque la reducción de apoyo humanitario por parte del gobierno de Donald Trump podría complicar los esfuerzos de recuperación.

Con miles de personas sin hogar, hospitales colapsados y estructuras destruidas, Myanmar y Tailandia enfrentan una crisis sin precedentes. Mientras los equipos de rescate trabajan contrarreloj y los sobrevivientes buscan respuestas, la región del sudeste asiático intenta recuperarse de uno de los terremotos más devastadores de los últimos años.

Compartir
Michelle Hoyos
Michelle Hoyos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: ¡Contenido protegido!