*Le amagaron con denunciar a su familia ante inmigración*
Abraham Onofre / Información internacional.
En días pasados, se dio a conocer sobre un caso totalmente desgarrador e inaceptable sobre una menor de 11 años, la cual se quitó la vida en el condado de Texas, tras ser atormentada por sus compañeros de clase, quienes la amenazaron con llamar a las autoridades de Inmigración y Aduanas, y hacer que deportaran a su familia de Estados Unidos.
Jocelynn Rojo Carranza, falleció el pasado sábado 8 de febrero, tras pasar cinco días ingresada en un hospital de Dallas, Texas; al parecer, sus compañeros de escuela hostigaron a la pequeña, diciéndole que se quedaría sola sin su familia cuando los deportaran.
Cabe recalcar que su muerte se produjo en medio de la orden del presidente Donald Trump para la “mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, lo que llevó a los agentes del ICE y otras autoridades federales, a lanzar redadas selectivas contra aproximadamente 12 millones de inmigrantes indocumentados en todo el país.
A pesar de que la familia de Jocelynn denunció el “acoso escolar” al que era sometida en varias ocasiones, la Escuela Intermedia de Gainesville no tomó las medidas suficientes para protegerla, aun considerando que la menor tenía acceso a un consejero escolar; pero los esfuerzos no fueron suficientes para abordar el daño emocional que ya había causado el “bullying”.
Ernesto Alonso Rojo, padre de la pequeña, antes de que ella falleciera, pidió: “Por favor, ayúdenme a mí y a mi hija Jocelynn Rojo. Necesita volver a casa; está ingresada de urgencia en un hospital infantil”. Por lo que se creó una página de donaciones denominada “GoFundMe”, mientras la niña de 11 años luchaba desesperadamente por sobrevivir en el nosocomio.
Marbella Carranza, madre de la niña, expresó en una entrevista que esperó durante una semana a que su hija se recuperara, esperando un milagro; desafortunadamente, el daño ya era irreparable.
Finalmente, la tragedia dejó a la familia devastada, y la comunidad de Gainesville se unió en el dolor de los padres y la indignación por el deceso de Jocelynn, a causa del “acoso” que ejercieron sus propios compañeros.