Vecinos del municipio reportaron que el río Acotzala se tiñó de azul la mañana del domingo, encendiendo alertas por una posible contaminación industrial.
SAN MARTÍN TEXMELUCAN, Pue. – El río Acotzala, ubicado en San Martín Texmelucan, Puebla, sorprendió a la comunidad el pasado fin de semana al teñirse de un intenso color azul.
Este fenómeno, que generó alarma entre los habitantes de la zona, ha sido atribuido a una posible descarga de residuos químicos provenientes de diversas empresas situadas en la zona de El Moral, antes de que el río se una al Atoyac.
Vecinos de la colonia El Chamizal fueron los primeros en reportar la inusual coloración del agua, lo que encendió las alarmas sobre un posible daño ambiental.
Las autoridades locales se encuentran analizando el incidente para determinar la fuente exacta de la contaminación, pero se sospecha que los químicos y tintes industriales podrían ser los principales culpables.
Una alarmante amenaza al ecosistema
La aparición de estos residuos en el cauce del río representa una seria amenaza para el ecosistema local, afectando tanto la fauna como la flora que dependen de esta fuente de agua. Además, se pone en riesgo la salud de los habitantes cercanos, quienes podrían verse afectados por el contacto directo con el agua contaminada.
Expertos en medio ambiente han calificado este incidente como un daño irreversible si no se toman medidas inmediatas para evitar la propagación de la contaminación.
La situación exige la intervención urgente de las autoridades ambientales, quienes deberán investigar los responsables de este acto, sancionarlos y aplicar medidas correctivas que permitan restaurar el equilibrio ecológico de la región.
Se cree que los residuos químicos que provocaron tal daño, provienen de una empresa textil que trabaja con mezclilla, ubicada en la zonal de El Moral, en San Martín Texmelucan.
El río Acotzala es un recurso vital para la comunidad local, por lo que es esencial que se tomen acciones pronto para evitar mayores perjuicios.
Para muchos ciudadanos es indignante pensar en que el agua que nace limpia del Iztaccíhuatl, al atravezar las zonas urbanas se contamine de irreversiblemente.
Además, la crisis pone de relieve la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de control ambiental para evitar que este tipo de incidentes ocurran nuevamente en el futuro.