-Reconoce avances contra violencia de género en Puebla durante gira.
Durante la conferencia matutina de este miércoles, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció los esfuerzos del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, en el combate a los feminicidios, tras su encuentro con familiares de Fanny, víctima de un crimen de género en Xicotepec. La mandataria federal enfatizó que, bajo la gestión de Armenta, el estado avanza en garantizar justicia para las mujeres, aunque llamó a evitar la revictimización en las investigaciones.
En el marco de la inauguración de la Casa “Carmen Serdán” en Xicotepec —espacio dedicado a prevenir y atender la violencia contra mujeres—, Armenta se reunió con los familiares de Fanny, asegurando que su caso no quedará en la impunidad. Sheinbaum destacó esta acción como parte de una estrategia coordinada entre el gobierno estatal y la Fiscalía General del Estado (FGE), liderada por Idamis Pastor Betancourt, para agilizar procesos judiciales y localizar a responsables.
Sin embargo, la presidenta hizo un llamado explícito a la fiscal Pastor Betancourt para que las indagatorias eviten culpabilizar a las víctimas, en referencia al caso de Estefanía Rodríguez, cuyo presunto agresor, Diego Alberto G., fue vinculado a proceso recientemente. “No se puede seguir responsabilizando a las mujeres de su propia muerte”, subrayó Sheinbaum, insistiendo en que México debe erradicar la impunidad en estos crímenes.
Durante su participación en la “Mañanera del pueblo”, la mandataria federal reiteró que el trabajo en Puebla refleja un modelo a replicar, donde la coordinación institucional y la atención directa a las familias son pilares. “Alejandro Armenta está realizando una labor importante, pero también es fundamental que las fiscalías actúen con perspectiva de género”, añadió.
El mensaje de Sheinbaum refuerza la urgencia de transformar las estructuras judiciales y sociales para proteger a las mujeres. Mientras Puebla se presenta como un ejemplo de avances, el reto sigue siendo consolidar una ruta de justicia que priorice la dignidad de las víctimas y no repita patrones de opacidad. La Casa “Carmen Serdán” simboliza, así, un primer paso en una lucha que demanda acciones permanentes y colectivas.
