“También nosotras podemos hacerlo”: Angélica Hernández

Angélica, de tez morena y mirada firme, viste pantalón de mezclilla y una blusa cómoda, atuendo que refleja su día a día entre el polvo y el ruido de los motores. Su figura, fuerte y segura, transmite la fortaleza necesaria para enfrentar los desafíos de un oficio, que exige esfuerzo tanto físico como mental. Con su cabello recogido, parece estar lista para cualquier obstáculo que el camino le presente.

Ella creció en un entorno familiar donde el trabajo duro era una constante. Su padre, dueño de un taller de hojalatería, le inculcó desde joven el valor del esfuerzo. “Trabajaba con él, pero después aprendí esto y me gustó”, recordó con orgullo.

Fue en el taller de su padre donde comenzó a familiarizarse con los vehículos, aunque su verdadera pasión por el volante surgió cuando decidió pedirle a un conocido que le enseñara a manejar camiones. “Le pedí un favor a un señor. Él me echó la mano, y aprendí. Gracias a Dios”, expresó con gratitud.

“Al principio, un poquito por el machismo, como que no me aceptaban, pero no me importó. Seguí adelante”, relató. Su determinación y profesionalismo le han ganado el respeto de sus compañeros, quienes hoy la ven como una igual a ellos. “Como uno se da a respetar, todos los compañeros son buena onda y me respetan. Nadie se pasa de la raya conmigo”, aseguró.

Aunque su trabajo no está exento de dificultades, como las descomposturas del camión en medio de caminos rurales o los terrenos complicados, Angélica enfrenta cada obstáculo con valentía. “A veces, cuando hay salidas, me da un poco de temor, pero tiene uno que sacar el buey de la barranca, como dicen por ahí”, bromeó. Su capacidad para resolver problemas sobre la marcha y su actitud positiva, son cualidades que la han convertido en una figura destacada en su campo.

En un mundo que aún lucha por la equidad de género, Angélica Hernández, una mujer que maneja un camión cargado de caña, es una luz que guía a otras mujeres hacia la conquista de sus sueños.

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Michelle Hoyos
Michelle Hoyos

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