El Departamento de Comercio estadounidense anunció que a partir del 14 de julio impondrá un impuesto del 20.91% a las importaciones de tomates mexicanos.
La disputa comercial por el jitomate entre México y Estados Unidos ha vuelto a escalar en este 2025.
Tras cancelar el acuerdo de suspensión antidumping firmado en 2019, productores mexicanos recibieron un aviso, el cual podría afectar de forma directa a miles de productores y elevar los precios del producto en territorio estadounidense.
¿Por qué se impone este impuesto?
Estados Unidos argumenta que el acuerdo anterior no ha protegido adecuadamente a sus productores locales, quienes desde hace años —en particular los de Florida— acusan a México de vender jitomates a precios por debajo del costo, una práctica conocida como “dumping”. Esta acusación ha sido el eje de múltiples tensiones comerciales desde 1996.
El dumping es una práctica comercial en la que una empresa o país vende un producto en el extranjero a un precio más bajo que en su propio mercado interno.
¿Porqué se considera problemático? Se usa para ganar cuota de mercado rápidamente en otro país, desplazando a los productores locales.
Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum explicó que los productores mexicanos no están haciendo dumping. Aseguró que pueden ofrecer jitomates a menor precio porque sus costos de producción son más bajos que en Estados Unidos.
“No hay dumping, lo que pasa es que el jitomate mexicano es más barato porque producir en México cuesta menos. No es una práctica desleal, es competitividad.”
La medida anunciada representa un retroceso en los avances comerciales entre ambos países y abre la puerta a nuevas fricciones en otros sectores agrícolas.
México, principal exportador de jitomate
México es el mayor proveedor de jitomates frescos a Estados Unidos. Tan solo en febrero de 2025, las exportaciones superaron los 261 millones de dólares. La industria mexicana teme que los nuevos aranceles impacten negativamente en los pequeños y medianos productores, al reducir su competitividad en el mercado estadounidense.
Además, organizaciones agrícolas mexicanas han denunciado que las constantes presiones del lobby agrícola en Florida buscan bloquear sistemáticamente a sus competidores, utilizando medidas proteccionistas bajo argumentos débiles.
Posición del gobierno mexicano
La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado que buscará una renegociación del acuerdo comercial para defender los intereses del campo mexicano.
a presidenta también enfatizó la importancia del jitomate mexicano en el mercado estadounidense, afirmando que no hay sustituto para el jitomate mexicano en Estados Unidos, ya que el 90% de los tomates importados por ese país provienen de México.
Por su parte, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, señaló que no existen pruebas de prácticas desleales por parte de los productores nacionales.
Berdegué también advirtió que los consumidores estadounidenses podrían verse perjudicados, ya que no existen suficientes proveedores de tomates frescos de la misma calidad a precios competitivos.
El encarecimiento de productos de consumo diario como ensaladas y salsas sería una de las consecuencias inmediatas.
Un conflicto con historia
Esta no es la primera vez que se presenta un conflicto de este tipo. Desde hace casi tres décadas, los productores estadounidenses han impulsado investigaciones y bloqueos contra el jitomate mexicano. El acuerdo de 2019 había frenado temporalmente estas tensiones, permitiendo a México exportar sin aranceles mientras se respetaran ciertas condiciones de precio mínimo.
Sin embargo, con su cancelación, se reactiva un conflicto que podría tensar aún más la relación comercial entre ambas naciones en plena temporada electoral estadounidense.
¿Qué sigue?
México analiza la vía diplomática y legal para responder a la imposición de aranceles. Mientras tanto, productores y exportadores organizan reuniones con autoridades y cúpulas empresariales para diseñar estrategias que les permitan mantener su presencia en el mercado estadounidense.
Expertos en comercio internacional advierten que este nuevo capítulo de la “guerra del jitomate” podría afectar la estabilidad de otros sectores agroalimentarios si no se alcanza una solución negociada en el corto plazo.
Sin embargo, el día de ayer, 16 de abril de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump mantuvieron una “conversación muy productiva” en la cual se espera, hayan llegado a un acuerdo.
