-Inseguridad y negligencia comparan administraciones 2018-2021 y 2024-2027
Tepexco, municipio poblano colindante con Morelos, enfrenta una crisis de violencia que lo ha convertido en escenario de crímenes y abandono institucional. Bajo las administraciones de Aniceta Peña (2018-2021) y Salvador Mejía Cortez (2024-2027), el paraje La Tonanica se mantiene como epicentro de inseguridad: tiradero de cadáveres, asaltos y secuestros. La negligencia, el nepotismo y la opacidad en seguridad pública dibujan un ciclo repetitivo de impunidad.

Entre enero y mayo de 2024, seis cuerpos sin vida fueron reportados en La Tonanica, área bajo jurisdicción de San Juan Calmeca. Para abril de 2025, la cifra ascendía a cinco más, según datos ciudadanos. Los crímenes incluyen robos a transportistas, agresiones armadas —como el ataque a campesinos el 1 de mayo de 2025, que dejó a un menor herido— y el secuestro de unidades de carga. Vecinos denuncian que, desde el gobierno de Joel Mejía Cortez (hermano del actual alcalde), las autoridades han omitido acciones concretas pese a alertas reiteradas.

La comparación con el periodo 2018-2021 es inevitable. En febrero de 2019, pobladores exigieron la destitución del entonces director de Seguridad, Rafael Juárez, acusado de negligencia y nepotismo —su hija, Cecilia Juárez, laboraba en el ayuntamiento—. Durante esa administración, los cadáveres hallados mensualmente en zonas rurales o semienterrados en el panteón local tampoco correspondían a residentes, un patrón que se repite hoy.

Ambas gestiones comparten rasgos: rondines policiales inexistentes, denuncias ciudadanas ignoradas y estructuras de poder familiarizadas. Mientras Aniceta Peña delegó decisiones de seguridad en su esposo, Jaime Aparicio —regidor de gobernación—, los Mejía Cortez han mantenido un silencio cómplice ante la escalada de violencia.

Tepexco simboliza el fracaso de políticas públicas ante el crimen organizado. La Tonanica, antes y ahora, refleja no solo la geografía del miedo, sino la perpetuación de un sistema donde el cambio de administración no implica justicia. Los habitantes, atrapados entre balas y olvido, claman por algo más que promesas: acciones que rompan este círculo de impunidad heredado.