*En la entidad, las condiciones laborales y académicas están lejos de ser equitativas*
*Estas acciones, agravadas por roles de género impuestos desde el hogar, restringen su desarrollo profesional y educativo*
Redacción / Izúcar de Matamoros, Pue.
Las condiciones laborales y educativas están lejos de ser equitativas en Puebla; las mujeres que representan a la mayoría de la población en el estado, reciben menos prestaciones, como acceso a seguridad social, y son relegadas de los puestos de trabajo mejor remunerados.
A todo esto, se suma la violenta imposición de los roles de género, impulsados desde el núcleo familiar. En la entidad, las mujeres son obligadas a trabajar más horas por menos pago.
Esta desigualdad se resalta por la violencia, el acoso, la discriminación y la imposición de los roles de género, impidiendo que las mujeres accedan a puestos directivos y hasta cargos considerados profesionales.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), mostró que, hasta finales del año pasado, apenas 42 por ciento de la población económicamente activa en el estado era representada por mujeres. De esta cifra, 22.4 por ciento tenía acceso a instituciones de salud.
En contraste, este sector representó 74 por ciento de la población no ocupada; es decir, muy pocas mujeres tienen participación laboral en Puebla.
En el estado poblano, la brecha salarial es de 30 por ciento. Esto quiere decir que las mujeres deben trabajar más horas para obtener el mismo salario, o reciben una menor remuneración por realizar las mismas labores que los hombres. En México, la brecha en ese sentido es de 36.9 por ciento.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la participación económica de las mujeres a nivel estatal es de 47 por ciento, cifra inferior al parámetro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que es de 67 por ciento.
De acuerdo con el IMCO, si la brecha laboral disminuye en los próximos años, el Producto Interno Bruto (PIB) en la entidad poblana, crecerá aproximadamente 6.8 por ciento en 2035.
El análisis reveló que las mujeres son excluidas de los cargos directivos en las organizaciones. En Puebla, 39.9 por ciento de la población femenina ocupa puestos de liderazgo, y apenas 44 por ciento se encuentra en posiciones profesionales.
En contraste, las mujeres tienen una mayor participación económica en los sectores de comercio, prestación de servicios personales, trabajos de oficina y en el rubro educativo.
Las labores con las menores remuneraciones son relegadas a las mujeres, esto como parte de la imposición de los roles de género y la desigualdad que vive este sector poblacional.